Me fijo en todos sus pequeños detalles.
Ya no es el camino de siempre a la universidad, es un paseo.
No es pensar que queda demasiado hasta la hora
de poder volver a dormir; es pensar que tengo todo el día.
Estoy feliz solo con levantarme, y ver que me espera un día entero, como otro cualquiera; pero que seguro va a tener algo que hará que lo recuerde como uno de los mejores.
Cualquier cosa sirve; ver que entra el sol por la ventana, un cartel en el techo, una flor en la mesilla, unas fotos en el corcho, un collar, golpes de buenos días en la pared, el desorden sin recoger desde ayer, acordarte de todo en lo que pensabas al acostarte…
Tiene que haber pasado algo; pero lo mejor de todo es que no sé lo que ha sido.
Ahora lo veo todo bajo el sol.
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